Lluesma diseña una cocina vintage con recuerdos industriales en un acogedor piso del barrio del Eixample de Valencia. Una cocina en blanco brillo, de líneas puras y parca en ornamentos, totalmente integrada en la zona de día y articulada mediante una isla y una armariada con bancada en forma de ele. Un diseño moderno, elegante, versátil, discreto y funcional, adaptado a la estructura original de una vivienda de principios del s. XX.
.
En una clásica vivienda de principios del siglo XX del barrio del Eixample (Valencia), se emplaza una cocina Lluesma con una marcada personalidad: un diseño moderno que logra el cotizado estilo vintage en perfecta connivencia con las necesidades de la vida actual y sutiles aires industriales. Sus propietarios decidieron preservar la estructura y los característicos detalles arquitectónicos de su vivienda de principios del 1900, lo que supuso el gran reto de diseñar una cocina vintage que no renunciara a la funcionalidad, la elegancia y la versatilidad de una cocina actual.
.
La cocina se articula entorno a una isla central que sirve como zona de trabajo, y una armariada con bancada en forma de ele, todo con mobiliario en blanco brillo, un acabado que otorga un aire vintage, sin tiradores ni exceso de ornamentos. Además, la cocina dispone de todas las comodidades de las distribuciones actuales: cocción en la zona de la isla, caceroleros y accesorios necesarios para el trabajo, encimera de apoyo y una amplia zona de almacenaje. La encimera de la cocina en el acabado arena de Neolith, material preferido para nuestras encimeras, combina a la perfección con los elementos estructurales de la vivienda. Otro de los grandes detalles de esta cocina vintage es su campana extractora Loop, una pieza exclusiva de la firma Pando con revestimiento cerámico y pintada a mano en tono cobre. Destaca también la lampara Manolo de Fm iluminación como punto principal de luz en la zona de trabajo.
.
A nivel arquitectónico, la vivienda brilla por sus detalles señoriales: alturas y tallas de techo se mantienen para darle protagonismo a la iluminación de la vivienda, puertas molduradas de 270 cm de altura, y zonas acristaladas para aprovechar al máximo la luz natural. En la zona de la cocina, la pared frontal -medianera entre las dos fincas- se conserva en su estado original: ladrillo cara vista. También las vigas y los pilares de hormigón de formas circulares, confiriéndole al conjunto un tono industrial muy atractivo. El pavimento también juega un papel importante en este proyecto: combinado con tarima de roble natural, se mantienen zonas con baldosas hidráulicas originales de la construcción, detalle que cobra especial importancia en la zona de la cocina.
.
Finalmente, la cocina se completa con un área de comedor vestida con la mesa de roble Transalpina de Punt Mobles y algunas sillas vintage; todo ello emplazado en una amplia y luminosa zona de día conformada por la entrada, el comedor y el salón. Un espacio único donde disfrutar de la vida diaria en un ambiente cálido y relajado repleto de matices muy personales.
.
.
.
..
….
…